Probablemente, la morena no esperaba tal giro de los acontecimientos, pero decidió no perder la oportunidad. Por ello, sucumbió a los encantos del ganador, poniéndose de rodillas frente a él y chupando su gran polla. Luego decidió darle un respiro de la tensión en el ring, y se puso su propio coño en diferentes poses. La ventaja de estos hombres: se sienten cómodos prácticamente en cualquier posición, pueden levantarla, y lo principal es no usar la fuerza con violencia.
Eso es lo que debe hacer un hermano: dar por culo a su hermana y dejar que su coño sea utilizado por su hahali. Y él, como pariente, debería tener más derechos. Y a la propia rubia no le importa: ¡el clima de la casa es lo principal!