La dueña de casa es tan descarada, porque está segura de que se la va a meter toda. Y aunque se la meta en la boca, no se molestará. Así que el negro metió a la perra rubia en la jaula y luego la emborrachó de esperma, para que recuerde cómo debe comportarse en la casa del amo.
La guarra es buena, mira como chupa, se nota que tiene profesionalidad, lo mucho que se esfuerza y todo le sale bien.